Rinoplastia Primaria

 
Rinoplastia, ¿cómo lograr una nariz estética y funcional?

Como paciente, lo primero que deberá tener en cuenta a la hora de realizarse una rinoplastia, es conversar con su cirujano acerca de las expectativas del procedimiento. En esta consulta será posible determinar qué tipo de nariz es la que está buscando, cómo le gustaría verse y cómo lograr la armonía entre lo estético y lo funcional.

Para ello, el doctor evaluará aspectos relacionados con sus dimensiones faciales, con su tipo de piel, si se trata de la primera vez que se somete a esta intervención o si ha tenido cirugías previas.

El cirujano podrá calcular la longitud de su nariz, teniendo en cuenta la relación del tercio superior de su cara, con el tercio medio e inferior. Normalmente la nariz tiene el largo del pabellón auricular, es decir que desde allí se puede inferir qué tan larga o qué tan corta deberá quedar; entonces, el alargamiento o el acortamiento de la nariz se llevará a cabo de acuerdo a las proporciones y medidas obtenidas a través de la antropometría facial.

Después de este análisis, se evaluará su tipo de piel, que permitirá definir las técnicas a utilizar. Cuando las pieles son muy gruesas, es necesario que los cambios estructurales sean más drásticos para obtener resultados notorios; en este caso, si los cambios son mínimos o muy sutiles, la nariz quedaría igual, e inclusive, podría empeorar después de la intervención debido a factores como la inflamación y la cicatrización propias de cada persona.

Vale la pena destacar también que, si tiene una o dos cirugías anteriores, los procesos de cicatrización son más demorados. Por ello la importancia de hacer una previsión acertada de la nueva estructura de su nariz. Ese análisis solo lo logra el cirujano con el tiempo, con la experiencia y con el número de casos que ha logrado tratar.

Si bien hay programas como Photoshop, en donde es posible predecir la forma de la nariz, la edición puede no acercarse a los resultados reales, pues los factores anteriormente mencionados, son los que determinan el alcance final.

Es necesario que el cirujano realice también un análisis funcional para evaluar su septum nasal o el tabique. Así consigue observar las desviaciones que puedan estar obstruyendo el flujo o la entrada de aire.

Debe tener presente que, si sufre de enfermedades alérgicas como la rinitis, el cirujano no va a curarlas ni a tratarlas; únicamente va a corregir las desviaciones y a reducir el tamaño de los cornetes. Si tiene un problema alérgico de base, esos cornetes que se crecieron generalmente producidos por la alergia, van a volver a su tamaño, en un lapso de seis meses a un año.

Entender las condiciones externas e internas de su nariz, llevar a términos reales sus expectativas y comprender los alcances de la intervención, harán que quede satisfecho con los resultados. Su nueva nariz, si se trata de una rinoplastia primaria, podrá evidenciarla entre tres y seis meses después de la cirugía; si es una rinoplastia secundaria o terciaria, los resultados finales podrá verlos en uno o hasta dos años después.

 

Ventajas